La respuesta de la dictadura a través de sus súbditos del CNE, fue revocar el revocatorio, instrumento más idóneo para derrotarlos y para movilizar al pueblo en esta coyuntura política. Eso confirma que a los terroristas les aterroriza contarse. Por ello le han colocado un cerco a toda la Constitución Nacional, pues si se llegase a cumplir significaría la muerte para la dictadura.
Que el CNE haya dejado sólo el día 26 de enero para recabar 4,3 millones de manifestaciones de voluntad, aparte de ser una vil acción dictatorial, es un acto burdo, por cuanto ni siquiera este “poder electoral” está en capacidad de realizarlo. Esa realidad y tan descarado atropello es lo que han debido denunciar los dos rectores del CNE que salvaron el voto. Este cuerpo decide tal arbitrariedad violatoria de toda norma electoral porque saben de antemano que nadie la aceptará.
La verdad es que les hubiera salido mejor que dijeran que no están dispuestos a aceptar un RR contra su jefe político.Ellos están claros que hay capacidad de recoger las manifestaciones de voluntad, si lo colocan un día domingo, con el tiempo requerido para una campaña así sea corta y con la disponibilidad de todos los centros de votación que se acostumbra habilitar para los procesos electorales;pero eso significaría decirle a su jefe que está revocado, por eso se lanzan este acto abusivo que a un jalamecate cualquiera no se le hubiera ocurrido.
Es un nuevo golpe de Estado al que la dictadura nos tiene acostumbrados, que debe ser rechazado a través de la movilización de calle. Es lamentable que parte del liderazgo democrático sólo apueste por el 2024. Y nos referimos a las cúpulas de los partidos, pues en un sondeo que hemos realizado con las bases de todos los partidos políticos en su mayoría están de acuerdo con el RR, allí hay consciencia de lo erróneo del enfriamiento de la acción política durante 3 largos años, eso es comparable a un acto de complicidad con el opresor, y le deja al pueblo sólo el sabor amargo de la resignación, al venderle la idea de que cualquier lucha para salir del tirano sería infructuosa.
Como se ha visto, el pueblo no sólo cobra por los desmanes hechos por la dictadura, sino que castiga la desunión y la inconsecuencia de los demócratas, y sabría responder en su momento a quienes defienden la idea de que lo mejor es dejar pasar el tiempo. El desdén por el revocatorio es la peor señal que se puede dar en una Emergencia Humanitaria Compleja y es una muestra más del temor a la gente. Se es timorato cuando se esgrime que no se le puede hacer pasar a la ciudadanía por una nueva frustración, en cuanto alas dificultades para lograr el objetivo. Cuidado si no es al revés, la acción de la gente la puede frustrar las aspiraciones a muchos.
La opinión de que no vale la pena luchar por algo que la dictadura impedirá, es similar a que los venezolanos digamos que no vale la pena que la Vinotinto vaya al Mundial de Futbol porque aun con suerte perderá. No podemos colgar la toalla antes de subir al rin. La lógica indica que quienes enfrentamos la tiranía tenemos que crear nuestras propias condiciones, nunca depender de las que el enemigo impone.Y el RR debemos defenderlo, no sólo porque permitiría derrotar al ilegítimo, sino porque sirve para acumular fuerzas a través de la unión, organización y movilización del pueblo.
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