Nelson Mandela y Pepe Mujica

Nelson Mandela y Pepe Mujica

En momentos tan lúgubres para la sociedad venezolana, pareciera inoficioso traer a colación a Nelson Mandela y a Pepe Mujica, pero a veces hace falta reflejarnos en las cosas positivas para levantar la autoestima de los pueblos, para decirle al mundo y particularmente a quienes se encuentran apesadumbrados, por la barbarie que representa el actual régimen, que no todo está perdido. 
La genuflexión, la idolatría, la adulación, el culto a la personalidad y la odiosa práctica de deificar personas, son conductas intrínsecas del fanatismo y quien así actúa pierde las perspectivas, la objetividad y la dignidad; además, los procesos de transformación vividos en la historia obedecen a la acción colectiva y no a “héroes”, pero el que pensemos así, no significa desconocer realidades, o no resaltar la labor de quienes obran bien, por ello este paréntesis para tratar algunos aspectos de la vida de estos dos hombres. 
Nelson Rolihlahla Mandela (1918-2013) Presidente de Sudáfrica (1994-1999), hombre de principios, destacó por su constancia y firmeza en la lucha contra el apartheid; por su destreza y capacidad de análisis para adecuarse a cada coyuntura. Después de los 27 años que pasó en prisión por razones políticas, pasó la página e inició una campaña para execrar el odio, el resentimiento, el revanchismo y cualquier vestigio de venganza; su sueño por unir y reconciliar a sus connacionales, comenzó a concretarse, al inicio de su mandato, con el Gobierno de Unidad Nacional, sentando las bases para construir el desarrollo de su país.

José Alberto Mujica Cordano (1935), Presidente de Uruguay (2010-2015), político diáfano, humilde y honesto; luchó desde muy joven, por la transformación de su país; a partir del inicio de su mandato presidencial, brindó cátedra de ética política, desarrolló un gobierno de amplitud y de servicio a la gente. Hombre de discurso sencillo pero a la vez profundo, planteó la necesidad de luchar por otra cultura, dirigida a la fraternidad y la felicidad humana, “que no podemos seguir siendo gobernados por el mercado, sino tenemos que gobernar al mercado”... “que el desarrollo debe ser a favor de la felicidad y del amor”.  
Sobre estos dos auténticos hombres de honor que hicieron historia, destacamos; su conexión con el sentir de los pueblos; dictaron cátedra de democracia, no a través de discursos, sino a través de su praxis cotidiana; articularon el pensamiento con la acción y sus ejecutorias contribuyeron a revalorizar la política en medio de tanta degradación. Reivindicar su conducta, permite a la sociedad deslastrarse de tanta charlatanería, demagogia, oportunismo, populismo, corrupción y de las estafas históricas de quienes llegaron al poder ofreciendo redimir a los pobres he hicieron todo lo contrario.
Ambos demostraron que si se puede dignificar la vida pública, la convivencia ciudadana y se puede dar inicio desde cualquier ámbito humano a lo que plantea Humberto Maturana, que es vivir la democracia, que es vivir en el respeto por el otro, en el bien-estar, en la colaboración y en el amor. Dialogar sobre sus ejecutorias, contribuiría a aislar la antipolítica, con la que nada se soluciona; enfrentar la politiquería, que es la política sin ética; promover procesos de construcción de ciudadanía; visionar una gestión pública de servicio a la gente y no al revés; unir a la Venezuela decente en torno a un proyecto país; además de plantearle a los candidatos al parlamento nacional que se miren en ese espejo, que se coloquen al frente del proceso de diálogo ciudadano, en función de la reconciliación y la unidad nacional.

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