Vanguardia Popular y el diálogo: ¡OÍR AL PUEBLO! ¡QUE DECIDA EL PUEBLO!


Frente al inicio de conversaciones tendientes a instalar un diálogo nacional que permita encauzar la grave crisis del país, Vanguardia Popular fija posición en los siguientes términos:

1) Celebramos el inicio de un proceso de diálogo entre el gobierno y representantes de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), con la facilitación del Vaticano y delegados de Unasur, orientada a abordar la discusión y búsqueda de entendimientos en torno a los más graves problemas que conforman la profunda crisis nacional. Esperamos que en él se escuche el clamor del pueblo y  que el mismo se convierta en fiel intérprete de sus reclamos, sus anhelos y esperanzas.

2) A este diálogo llegamos, en el contexto de peligrosas tensiones sociales y políticas, como consecuencia de una política sistemática por parte de las instituciones del régimen, encabezadas por la Presidencia de la República, orientada a bloquear todas las salidas constitucionales, democráticas, pacíficas y electorales a la crisis del país; política ésta que derivó en la cancelación de facto del referéndum revocatorio del mandato del Presidente Maduro.

3) Tal medida viene a coronar una escalada de arbitrariedades e ilegalidades que tiene ya largos antecedentes y que ha apartado al gobierno del cauce constitucional y democrático; le ha quitado la precaria y menguada base de legitimidad que aún le quedaba (una legitimidad –es bueno recordarlo– dudosa desde su origen, dadas las circunstancias particulares que rodearon las elecciones que hicieron presidente a Nicolás Maduro) y lo ha convertido en un gobierno de facto que usurpa ilegalmente el poder, contra el clamor de cambios de la inmensa mayoría nacional, hecho evidente de distintas formas y en reiteradas ocasiones.

4) Dicho diálogo es la confirmación de la gravedad de la crisis económica, social, política, institucional y moral que vive la nación, la cual se ha tornado en carencias y sufrimientos para la inmensa mayoría de nuestros compatriotas: escasez, carestía y especulación; crisis humanitaria en el sector salud y agroalimentario; inseguridad desbordada; represión y criminalización de las protesta social y la disidencia política; corrupción galopante; ruina del aparato productivo y entrega de nuestra soberanía nacional; entre otros males, se han traducido en hambre y empobrecimiento generalizado de todos los sectores de la sociedad y en un grave quebrantamiento del orden constitucional y democrático del país.

5) De acuerdo con lo anterior, la lucha que libra hoy la sociedad venezolana es por el restablecimiento pleno de la vigencia de la Constitución y la democracia, por la defensa de los derechos humanos conculcados, por las garantías constitucionales a una vida digna y segura; a trabajo decente, productivo, de calidad, bien remunerado y protegido socialmente; a educación y salud gratuitas y de calidad para todos.

6) Luchar por el restablecimiento pleno de la Constitución supone para nosotros el objetivo de sustituir de forma democrática y pacífica al gobierno de Nicolás Maduro. El mismo ha sido desbordado por la crisis, no tiene capacidad para enfrentarla y sus políticas y medidas solo conducen a su profundización. Es la principal causa y el principal obstáculo para su superación. Así lo entiende la inmensa mayoría nacional que clama con urgencia un cambio político.

7) Lo anterior se traduce en la restitución del revocatorio en términos inmediatos o, en su defecto, el adelanto de las elecciones presidenciales. En cualquier caso, la premisa es: QUE DECIDA EL PUEBLO en comicios democráticos a realizarse en lapso perentorio, bajo la supervisión de la comunidad internacional.

8) La elección de un nuevo Presidente debe dar paso a la conformación de un GOBIERNO DE UNIDAD NACIONAL que lleve adelante un PROGRAMA DE CAMBIO DE RUMBO, frutos del más amplio consenso entre todas las fuerzas políticas, sociales y económicas del país, sin exclusiones y sin sectarismos, cuyos objetivos son, entre otros:
  • Reinstitucionalizar al país a fin de restituir la plena vigencia de la Constitución y de todas las garantías y derechos democráticos conculcados.
  • Desarrollar una nueva política económica integral orientada a reactivar el aparato productivo nacional y a revertir el proceso de empobrecimiento generalizado de todos nuestros compatriotas.

  • Reducción drástica del gasto militar y renegociación de la deuda externa, a fin de reorientar los recursos hacia demandas prioritarias en materia de inversión social y productiva.
  • Declarar la Emergencia Nacional en materia agroalimentaria y de salud, a fin de atender la crisis humanitaria en ambos sectores y de atacar de forma integral la grave problemática que los afecta.

  • Designar una Comisión Especial para investigar los graves delitos de corrupción y recuperar los dineros sustraídos.

  • Suscribir un Gran Acuerdo Nacional por la vida, por la paz y la convivencia social, orientado a sembrar nuevos valores asociados a la honradez, la solidaridad, el trabajo y el estudio; a combatir la impunidad y el crimen organizado; a reestructurar los cuerpos policiales y el Poder Judicial; a desarmar a la población civil y a reestructurar y humanizar el sistema carcelario nacional.

9) Lograr este propósito supone mucho más que asistir a una mesa de diálogo. Demanda la movilización sostenida, permanente y entusiasta del pueblo; acompañarlo en sus reclamos y en sus luchas cotidianas; apelar diligentemente a los organismos internacionales garantes de la democracia y los derechos humanos. Para nosotros, en definitiva, diálogo y calle son esfuerzos complementarios que deben acompañar la profundización del camino abierto con el acuerdo aprobado por la Asamblea Nacional en su sesión del domingo 23 de octubre de 2016 y la acción urgente en la comunidad internacional.

10) Reiteramos nuestro compromiso con la nación y el pueblo venezolanos en las complejas y difíciles circunstancias que vive; nuestra disposición a favorecer la más amplia, sólida y coherente unidad en torno a estos propósitos y la más firme y entusiasta movilización del pueblo para hacerlos posibles.

Caracas, 1 de noviembre de 2016
Comité Político Nacional de Vanguardia Popular

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