Golfredo Dávila: Perseverancia y Paciencia


Parece ilógico invocar la perseverancia y la paciencia, cuando son dos cualidades demostradas hasta la saciedad por los venezolanos, sin embargo en estos momentos aciagos, no está de más recordar que ellas forman una llave que abre compuertas y al mismo tiempo son un muro de contención contra la frustración y la desesperanza.
Ello supone tener la seguridad de alcanzar los objetivos trazados, es decir el cambio político. Cosa que no llega por súplicas, sino que es y ha sido hasta ahora, el resultado de la lucha, movilización y protesta de los pueblos. Desde luego, la mayoría de estos procesos han desembocado en salidas electorales, otros, forzados por las circunstancias, en salidas violentas, lo seguro es que nada se ha logrado gratuitamente ni de brazos cruzados.
Muchos dirán perseverancia sí, pero ¿hasta cuándo paciencia? No confundamos esta última con posturas timoratas o conformistas, más bien es resiliencia, o facultad que tenemos de sobreponernos a las adversidades. Recuerden que la cobardía está del lado del poder, por eso no se miden electoralmente. Se requiere de sapiencia, de firmeza, de análisis en frío, comprendiendo el estado de angustia y desesperación de la gente, al no encontrar solución a la crisis, o la impotencia y desmoralización de quienes se sienten derrotados, habiendo luchado por mucho tiempo contra el desastre nacional.
Los venezolanos somos víctimas y desde hace un tiempo para acá, rehenes del régimen. No nos referimos al caso de los presos políticos, la sociedad en pleno está en prisión, sometida a infinidad de martirios. Cuando tenía a la vista la válvula de escape frente a la hambruna, el régimen, tal cual delincuente le apunta con un arma y exclama “si te mueves te quiebro”, bloquea todas las salidas democráticas, pacíficas y electorales. Surge entonces el diálogo para negociar con un poder victimario, que exhibe violencia y posee el detonador de una bomba, para colmo lo único que propone es que nos arrodillemos; pero el pueblo no se achicopala ni se doblega, actúa con la cordura de quien sabe que la razón está de su lado, también entiende que puede ser peligroso ofuscarse o desesperarse. 
Esto está ocurriendo, no es un drama exagerado, ha sido un largo proceso de violación a la Constitución y las leyes, de chantaje y represión contra el pueblo por parte del régimen; ellos cuentan con la violencia, la cúpula militar corrompida, con grupos mercenarios, paramilitares y parapoliciales, aparte que inocularon la jerga militarista en algunos de sus seguidores para intimidar y ningunear al otro. Pero las caretas van cayendo, recuerden que Maduro dijo “si la burguesía gana la AN, convocaremos la rebelión popular”, pues lo que orquestó fue la rebelión de los poderes públicos acólitos contra la voluntad ciudadana expresada el 6 de diciembre.
El pueblo sabe que para aislar a los delincuentes que mantienen secuestrada la Constitución y para evitar una tragedia mayor, hay que combinar diálogo, mediación del Papa y la presión de calle. Su prudencia al no pisar el peine de la violencia y eludir la emboscada que tenían preparada, no es sólo por el instinto de preservación de la vida, sino por su mirada de largo alcance y por estar enfocado en el proyecto país. Sueña con un futuro de progreso, paz, justicia social, equilibrio económico y ecológico, libertades democráticas y soberanía nacional, convencido que para lograrlo hay que salir de este nefasto régimen, superar la crisis e ir a una transición hacia una nueva Venezuela.
Ing. Golfredo Dávila, Secretario General Vanguardia Popular Zulia

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