En nuestro país el Estado de derecho se descompuso, todo está patas arriba. Un Estado que actúa al margen de la Constitución y las leyes, se define como despótico, el calificativo atroz es porque se acopla al comportamiento inhumano, miserable, antiético y criminal del actual régimen.
En este tipo de Estados, la anticultura, los antivalores, la mentira, la ineficiencia, la corrupción y otros tipos de aberraciones son legales; lo bueno es ilegal y quien ose resolver problemas, es castigado. Ahora falta que las universidades inventen una nueva teoría, fundamentada en la práctica recurrente de la cúpula gobernante y mediante la cual se establezcan formas insanas de relación entre el Estado y la sociedad.
Este régimen terminó de degradar la política. Sabemos que la política es en esencia el servicio, pero estos autócratas, en ningún caso han servido al país y a su gente. Durante este periodo, buena parte de la población esperaba la solución de los problemas arrastrados por décadas, pero todo empeoró, porque arrasaron con lo que quedaba y arruinaron al país, en eso han sido tan eficientes como en las maniobras para mantenerse en el poder.
La postura de Tibisay está alineada a esa atrocidad, cuando dijo “el CNE no acepta presión de nadie”, quiso decir que el 85% de la población que quiere cambio es “nadie” y acata con devoción la presión del gobierno, que es su todo. En el revocatorio se confrontan democrática y electoralmente las partes, pero tuvo el tupe de plantear que antes de dicho evento, el CNE debe cualificar los intereses contrapuestos de las partes, claro, para privilegiar sólo los del Presidente. Ello violenta los derechos democráticos de todos los electores y sus Derechos Humanos. Como se sabe, hoy se consagra que el derecho de los ciudadanos está por encima de los intereses del Estado. Dicen que no hay tiempo para el revocatorio este año, porque la solicitud no se hizo el 10 de enero, pero es muy seguro que si se hubiese hecho en dicha fecha, lo hubieran negado, aduciendo que la mitad del mandato de Maduro era el 14 de abril. Que podría esperarse de quienes se oponen a la ayuda humanitaria.
Este régimen es ilegítimo de hecho y lo será de derecho, con el acto de manifestación de voluntades solicitando el revocatorio, al que asistirán cerca de 9 millones de venezolanos, que, como dijimos, revocarán el mandato de Maduro por anticipado. Que si tuviera un mínimo de moral, inmediatamente renunciaría, de no hacerlo dejaría su gobierno pendiendo de un hilo, representado en la Fuerza Armada.
En estos escritos somos reiterativos, pero es que estamos en medio de una catástrofe o como en una guerra, donde el enemigo, es decir el gobierno, nos asedia con el hambre y la agresión política, convirtieron todo en pesadilla. Queda poco lugar para la ciencia, la cultura y el relax, por ello, estamos enfocados en seguir trabajando por lograr el país que soñamos.
Ing. Golfredo Dávila, Secretario General Vanguardia Popular Zulia.
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