El gobierno nacional, con la complicidad de algunas federaciones y gremios cuyas directivas representan más al patrón-Estado que a sus agremiados, ha impuesto una chucuta, engañosa y antiautonómica II Convención Colectiva Única del sector universitario que, entre otras cosas, niega la tabla salarial presentada por FAPUV en función de restablecer el poder adquisitivo del salario y dignificar la profesión docente, escamotea el derecho de antigüedad del profesorado universitario y demás trabajadores del sector y excluye a los jubilados de algunos beneficios conquistados para los trabajadores activos.
La universidad venezolana enfrenta hoy una de las mayores crisis de su historia: deterioro generalizado de su planta física; fuga masiva de personal capacitado a todos sus niveles; indefensión total frente al flagelo de la inseguridad; imposición de una matricula estudiantil que desborda su capacidad física y de personal para atenderla; negación de los derechos y reivindicaciones de todos sus trabajadores; escasez de material, insumos y equipos para la realización de su labor docente, de investigación y extensión; todo lo cual ha conducido a la paralización de sus actividades, colocándola ante un inminente cierre técnico.
Esta crisis es el resultado de una política sistemática adelantada por el gobierno contra la universidad autónoma y democrática que se ha plantado firme ante sus pretensiones intervencionistas y autoritarias. Tal política se expresa en amenazas, agresiones y acoso permanentes; negación reiterada de un presupuesto justo para la realización cabal de sus funciones; implantación de un clima de violencia e inseguridad en las casas de estudio; negación de los derechos y reivindicaciones de sus estudiantes, profesores, obreros y empleados.
Mientras tanto, el gobierno anuncia la compra de 12 aviones Sukhoi por un monto superior a los 450 millones de dólares, cuya cantidad sería suficiente para cubrir las necesidades presupuestarias del sector, o para financiar parcialmente las demandas salariales hechas. En otras palabras, hay dinero para la corrupción, la demagogia, la represión y la promoción de la guerra. Pero no lo hay para financiar la educación de nuestra juventud acosada por el desbordamiento del delito, la violencia y el crimen, que ante la incertidumbre y ausencia de futuro deserta de la educación o emigra del país en busca de horizontes más promisorios.
Por todo lo anterior, VANGUARDIA POPULAR llama a la solidaridad con esta justa lucha, en la convicción de que el país reclama con urgencia un CAMBIO DE RUMBO frente al desastre a que nos ha conducido el gobierno nacional, y de que la lucha por las reivindicaciones de los profesores, empleados, obreros y estudiantes universitarios encarna hoy la defensa del derecho al estudio y de la autonomía universitaria, por presupuesto justo para la universidad venezolana y por un salario digno para todos los trabajadores del país agobiados por la inflación, el desabastecimiento y los bajos salarios.
1 Comentarios
Es una diagnosis muy objetiva que obliga a sumar esfuerzos en favor de la universidad venezolana.
ResponderBorrar¡Únete a Vanguardia Popular...Unidad Popular para el Progreso, sin Sectarismos ni Exclusión...!!